20 años aportando conocimiento

Los efectos del Amoníaco en la Producción Avícola – Mitigación y Reducción de las Emisiones – Parte 4

El objetivo de la mayoría de los productores es evitar desde un principio las altas concentraciones de amoníaco y minimizar los efectos en la salud y el desempeño productivo de las aves.

Debido a que gran parte de las emisiones de amoníaco en el galpón proviene de la descomposición microbiana de urea y ácido úrico en la cama, se han utilizado una variedad de tratamientos sobre esta incluyendo métodos químicos y/o biológicos para controlarlas. Asimismo, mejoras en el manejo de la cama, ventilación y nutrición son claves para evitar la emisión del gas tóxico [1].

MANEJO DE LOS GALPONES Y NUTRICIÓN

La ventilación es sumamente importante para mantener la calidad de aire en el interior del galpón y se hace crítica durante el invierno donde se produce la acumulación del amoníaco y los niveles de concentración en al aire aumentan.

En esta situación, la práctica más común es ventilar los galpones, impactando negativamente en el ambiente circundante, causando contaminación atmosférica y deposición del amoníaco en el suelo y fuentes de agua [2,3].

En otros casos, el empleo de Cal (sea con un objetivo sanitizante o bien para reducir la humedad de las camas) también convierte toda forma “fija” (sales de amonio) es su forma “volátil” (amoníaco), aumentando aún más las emisiones a la atmósfera. Por tanto, se han estudiado y establecido mejores propuestas para el control del gas relacionadas con reducir la producción de amónico desde su origen.

La conversión a amoníaco requiere de calor, oxígeno, humedad y un pH de cama adecuado para las bacterias que desdoblan el ácido úrico.

De este modo, el control del nivel de amoníaco, es usualmente el primer estímulo para realizar un manejo correcto de la cama, por ejemplo, para mantenerla seca y evitar la condensación y generación del gas.

Las estrategias básicas para un manejo efectivo de la cama incluyen una ventilación adecuada del galpón, bebederos bien manejados, remoción de costras entre parvadas si es necesario reusarla y escoger un producto adecuado para el tratamiento.

Existen varios productos y estrategias, que cuando son utilizados en conjunto con un buen manejo de la cama, dan muy buenos resultados y se justifican económicamente.

El papel de la nutrición tiene una influencia creciente en la producción de amoníaco. Debido a la genética de alto rendimiento de las aves, la formulación del alimento, conduce a heces húmedas y con exceso de nitrógeno orgánico, lo que provoca una mayor liberación de amoníaco y olor.

La cantidad total de nitrógeno en las heces de las aves puede reducirse considerablemente formulando dietas basadas en el requerimiento de aminoácidos, en lugar de la proteína cruda total, así como el reemplazo de insumos como el Cloruro de Colina (eliminado en las eyecciones en un 65% en forma de trimetil amina) por fuentes de mayor biodisponibiidad y actividad (fosfolípidos naturales, de origen vegetal).

Se ha observado que la disminución en la proteína de la dieta en un 3-5% puede causar una reducción del 60% de excreción de nitrógeno y con ello la emisión de amoníaco [4].

MÉTODOS PARA EL TRATAMIENTO DE LA CAMA

El control de la volatilización del amoníaco en los galpones puede ser logrado por varios productos comerciales disponibles que tienen diferentes modos de acción.

En general, son productos químicos que actúan inhibiendo el crecimiento microbiano en la cama y por lo tanto, disminuyen la descomposición del ácido úrico, pueden reaccionar con el amoníaco liberado neutralizándolo o bien los que actúan a nivel intestino (principalmente colon) ligándose a distintas formas nitrogenadas, para complejarlas y tornarlas menos volátiles en su excreta.

La acidificación de la cama reduce la liberación del gas amoníaco al aire ya que convierten el amoníaco en sales de amonio que permanecen en la cama.

Adicionalmente, los acidificantes reducen el pH de la cama a niveles entre 5.0 y 7.0 generando un medio ambiente inhóspito que inhibe tanto a las bacterias productoras de amoníaco como a otras bacterias con potencial patogénico como E. Coli, Salmonella y Clostridia [5-7].

El ácido acético 60% [8], ácido fosfórico con superfosfatos [9] y paraformaldehído, demostraron bajar el pH de la cama y controlar las emisiones de amoníaco mejorando la salud de las aves y productividad. Sin embargo, estos agregados son incompatibles con un potencial compostado ulterior.

Actualmente, surgen una nueva generación de acidificantes basados en sales ácidas como el sulfato de aluminio (Al2(SO4)3) y el bisulfato de sodio (NaHSO4).

Estudios realizados reportan una reducción en la volatilización del amoníaco proveniente de la cama en un 99% aplicando sulfato de aluminio 40-60 g/m² en la zona de crianza [10]. Resultados similares se obtuvieron con el bisulfato de sodio, pero posee una limitante en su corto período de acción y la necesidad de un gran volumen de aplicación [11].

En ambos casos al tratarse de productos corrosivos, se requiere protección para los ojos, piel y el aparato respiratorio de la persona encargada de su aplicación y se debe esparcir sobre la cama de 3 a 7 días antes de la llegada de los pollos. Es importante destacar que dichos compuestos producen un descenso marcado en el pH de la cama, el cual debe ser de alguna forma neutralizado previo al ingreso de las aves, para evitar los daños en sus patas y pechugas.

La volatilización del amoníaco puede reducirse durante el proceso de compostaje de la cama en condiciones anaeróbicas adecuadas, alcanzando valores entre 25.8 y 33.5% [12] o con la adsorción del mismo utilizando aluminosilicatos donde las partículas de alta porosidad y alta capacidad de intercambio catiónico, “capturan” el amonio (NH4+) y liberan Sodio (Na+). En 1981, se llevó a cabo una serie de ensayos aplicando zeolita en la cama de crianza a razón de 5Kg/m² a los 28 días, logrando una reducción del 35% del amoníaco [13].

También se observó una reducción en el contenido de humedad de la cama 17,4% y una menor incidencia de lesiones y quemaduras en las almohadillas plantares (40% menos respecto al control).

Como alternativa al enfoque químico se utilizan cada vez más los tratamientos biológicos con bacterias probióticas, mezclas de enzimas, inhibidores de enzimas y / o microorganismos para evitar la formación de compuestos tóxicos [14]. El objetivo es mejorar o altera la población microbiana nativa de la cama para aumentar las tasas de degradación de amoníaco y su conversión a sustancias inocuas. Además, muchos investigadores han tenido éxito al utilizar tratamientos biológicos para inhibir los patógenos, reducir los efectos de las toxinas fúngicas y la incidencia de Salmonella.

CONSIDERACIONES FINALES

Un resumen de las varias estrategias para la reducción de la volatilización de amoníaco en los galpones de producción avícola se presenta en la Tabla 1:

El ideal de estas alternativas es una combinación de costo de la herramienta, versatilidad para poder aplicarlo en cada momento que fuera necesario (inocuidad para el animal y el operador), velocidad de respuesta (tiempo necesario para lograr la disminución del amoníaco en el ambiente) y duración del efecto. Es necesario escoger y aplicar varias de estas metodologías en conjunto para poder observar resultados significativos. La decisión del tratamiento para cama y el tipo de producto a usarse nunca debe dejar de lado la consideración ambiental y el uso de la cama después de removida del galpón.

Finalmente, aunque los productos químicos descritos ofrecen una solución prometedora, deben considerarse básicamente como herramientas para paliar el problema de las emisiones de la cama y no como un substituto de las prácticas de manejo adecuadas para el control del amoníaco en los galpones. Si se usan en forma adecuada y en conjunto con un buen manejo básico de la cama, pueden asegurar una buena calidad de cama y, por tanto, la salud y el desempeño de las aves serán óptimos.

Referencias

  1. SALIM H.M., PATTERSON P.H., RICKE, S.C., KIM, W.K. (2014). Enhancement of microbial nitrification to reduce ammonia emission from poultry manure: a review. World’s Poultry Science Journal, vol. 70(4), pp. 839-856.
  2. MCCRORY, D.F. & HOBBS, P.J (2001). Additives to Reduce Ammonia and Odor Emissions from Livestock Wastes: A Review. J. Environ. Qual. 30:345–355.
  3. SHAH, S., P. WESTERMAN, AND J. PARSONS. (2006). Poultry litter amendments. North Carolina State Univ., Raleigh.
  4. ROBERTSON, A.P.; HOXEY, R.P.; DEMMERS, T.G.M.; WELCH, S.K.; SNEATH. R.W.; STACEY, K.F.; FOTHERGILL, A.; FILMER, C. AND FISHER, C. (2002). Commercial scale studies of the effect of broiler-protein intake on aerial pollutant emissions. Biosystems engineering 82(2): 217-225.
  5. LINE, J.E., AND J.S. BAILEY. (2006). Effect of on-farm litter acidification treatments on Campylobacter and Salmonella populations in commercial broiler houses in northeast Georgia. Sci. 85:1529–1534.
  6. POPE, M.J., AND T.E. CHERRY. (2000). An evaluation of the presence of pathogens on broilers raised on Poultry Litter Treatment®-treated litter. Sci. 79:1351–1355.

Compartir

CLADAN nació con la visión de brindar al mercado, propuestas de valor alineadas con un desarrollo de la nutrición y salud animal confiable. Hoy, nuestros productos son el reflejo de nuestro compromiso con el desarrollo de una producción sustentable, competitiva y exigente. 

Categorías

Últimas publicaciones

Cladan conocimiento

Publicaciones, entrevistas y artículos técnicos semanalmente

Publicaciones relacionadas