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Enteritis necrótica, una visión práctica

Con frecuencia hablamos de Enteritis Necrótica (EN), aunque en general, conocemos poco sus características clínicas, ya que nos enfocamos a su invariable asociación con la coccidiosis. Es interesante, por ello destacar algunos aspectos de la enfermedad, intentando separarla de dicha sociedad microbiológica.
La enteritis necrótica es provocada por la toxina de una bacteria Gram positiva llamanda Clostridium perfrigens (CP). Si bien puede desarrollarse en aves de cualquier edad es mas frecuente desde los 7 días de edad, con picos de aparición entre los 17 y 21 días, con una mortalidad que va desde el 2% hasta el 40%.
En condiciones normales CP forma parte de la denominada flora no deseable, cuya característica o condición es la de ser considerada remanente o potencialmente patógena. Sus niveles de presencia van desde menos de 0,01% hasta un máximo del 10% de las unidades formadoras de colonias (UFC) del contenido bacteriano del tracto intestinal, hallándose en condiciones no patógenas, mayoritariamente en los ciegos en donde existe un grado importante de anaerobiosis, situación que favorece su desarrollo.

Factores predisponentes

Existen factores predisponentes al crecimiento del CP y por lo tanto al desarrollo de la EN. En general todas aquellas condiciones microambientales que favorezcan tanto la coccidiosis, como las disbacteriosis, en donde se produzcan daños a la mucosa son ideales para ello. Sin embargo algunas dietas, en especial las ricas en polisacáridos no absorbibles (PNA) provenientes del trigo, la cebada o el centeno, incrementan la viscosidad intestinal y con ello el desarrollo del microorganismo. Por otra parte, también la soja mal desactivada, es decir aquella en la que no pudieron ser eliminados adecuadamente los inhibidores de tripsina que ésta contiene, y en general poas proteínas de mala digestibilidad también favorecen las condiciones de anaerobiosis necesarias para el desarrollo de CP.

Patogenia

Las condiciones de anaerobiosis y el daño a la pared intestinal que provocan los factores predisponentes favorecen el crecimiento de CP en sectores intestinales en donde normalmente no se encuentra en cantidades significativas como el yeyuno y ocasionalmente el duodeno.

Presentaciones clínicas

La EN puede presentarse en forma clínica o subclínica. En la primera se produce un Incremento de la mortalidad del lote. En programas sin antibióticos, o sin el uso de productos alternativos idóneos se puede observar una mortalidad extrema de 200 a 400 aves/día en galpones de 20.000 aves. La enfermedad comienza alrededor de los 16 días. Su curso es usualmente de unos siete (7) días si no se instaura un tratamiento efectivo. En algunos casos, como se dijo mas arriba, se presenta mas tarde, en la etapa de crecimiento, una segunda “ola” de mortalidad.

Síntomas de la presentación clínica

Las aves enfermas aparecen deprimidas y letárgicas, juntas y con las plumas erizadas, a menudo presentan heces acuosas de color amarillo/marrón, con un empastamiento alrededor de la cloaca (fig. 1 y 2).

Figura 1   

Figura 2    


Skinner et al. 1999

Lesiones

Las lesiones de la EN, pueden clasificarse de 1 a 4, dependiendo de su severidad. En la forma clínica frecuentemente se observan lesiones intestinales en el yeyuno, a pesar de que también puede ocurrir daño en el ileon y el duodeno (fig. 3, 4 y 5).
Fig. 3

Fig. 4

 
Fig. 5

Fig. 3. Hiperemia y hemorragia en yeyuno
Fig. 4. Pared duodenal delgada con múltiples úlceras de tamaño variable
Fig. 5.Lesiones clásicas en el yeyuno medio; mucosa cubierta con fibrina y detritos necróticos
Ref.: -Necrotic Enteritis in broiler chickens: antemortem and postmortem (gross lesions and light microscopic) changes in the 20 days of age broiler chicken experimentally infected with Clostridium perfringens. Skinner J, Muir L, Hunter B. Poultry Science 1999; 78 (Suppl. 1):30.
– BMD Technical sheet « Don’t hand them over to Necrotic Enteritis », 2003, Alpharma Inc.
En general, las lesiones severas muestran la clásica apariencia de toalla de la mucosa tal como se describe en la literatura aviar. Asimismo se aprecia presencia de gas en la luz intestinal con un claro abalonamiento del órgano.
La forma subclínica de EN muestra signos mas sutiles, los que a veces son directamente inexistentes. El intestino delgado puede aparecer engrosado, áspero y con excesiva mucosidad. El hígado ocasionalmente estará agrandado, firme y de color oscuro (Fig. 6).
 

Fig. 6
Ref: Clostridial Proliferation and Intestinal Instability. George Tice, BVSc, MMedVet, MRCVS, Elanco Poultry Health Conference, January, 2001.

Diagnóstico

El diagnostico clinico mediante la observación solamente de los síntomas de los animales es prácticamente imposible. Los signos son communes a muchas afecciones, como virus intestinales, problemas nutricionales o alimenticios, de manejo y casi invariablemente a la coccidiosis.
Con respecto a las lesiones ocurre algo similar, sin embargo la determinación de que la parasitosis se halla presente permitirá sospechar también la existencia de una EN. Para ello se podrá efectuar una comprobación microscopica de la existencia de los bacilos clostridiales mediante un frotis y tinción de un raspado de mucosa, fundamentalmente en intestino anterior aunque, claro está, sera mucho mas contundente realizar análisis de laboratorio microbiológicos o, mejor aún, moleculares mediante la técnica de PCR.
No se ha establecido fehacientemente que cantidad de CP se considera normal, pero se acepta que una cifra de alrededor de 106 UFC por gramo de contenido intestinal sería un límite aceptable. No obstante no se debe pasar por alto que no es el número normal de la bacterias lo que nos indicará la ausencia de EN, si no la existencia de los factores predisponentes y desencadenantes de la afección y, obviamente las lesiones que muchas veces son indistinguibles de una patología u otra, sobretodo cuando se hallen presentes Eimeria necatrix o E. brunetti.

Tratamiento y prevención

Una vez instalada la enfermedad, su tratamiento deberá centrarse en el uso de algún antibiotico en agua de bebida que ejerza su acción sobre bacterias Gram +. Entre ellos Lincomicina, Estreptomicina y Tilosina. En general los agentes promotores de crecimiento (APC) tienen acción sobre bacterias clostridiales y algunos de ellos como la Bacitracina Metileno Disalicilato (BMD) son particularmente efectivos.
Hoy en día la industria farmacéutica mundial realiza constantes esfuerzos para desarrollar productos naturales, a partir de la prohibición del uso de antibióticos y anticoccidianos de síntesis química como APC. En function de esto se ha determinado que, muchos de ellos, en especial los extractos vegetales tienen una clara acción contra CP. Sin embargo, todo agente que mejore la integridad intestinal, disminuyendo la inflamación y favoreciendo la relación cripta/vellosidad (probióticos, prebióticos, etc.) permitirá que el tubo intestinal supere en mejores condiciones cualquier agresion que pueda dañarlo.
Sea como sea, no cabe duda que el mejor tratamiento de la EN es la reducción drástica de los factores predisponentes. Entre otras cosas podemos emprender las siguientes acciones:

  1. a) Control de la Coccidiosis (programas anticoccidiales). Asegurar niveles apropiados de los anticoccidiales y de los promotores de crecimiento; extender el uso de los anticoccidiales.
  2. b) Formulación. Utilizar protéinas y grasas de buena calidad; mantener niveles bajos de cereales con alto contenido de PNA en la dieta (trigo/centeno); usar combinaciones de enzimas ; realizar una eficaz desactivación de la soja; evitar alimentos altos en Energía/Proteína; niveles altos de trigo/centeno; harina de pescado.

Consecuencias productivas

La EN puede ser un importante factor de deterioro de los valores productivos de las aves dando lugar a pérdidas en la rentabilidad de las granjas, ya sea por la mortandad que ocasiona, como por afectar la tasa de crecimiento y el índice de conversion. También puede haber una considerable mortandad al arribo a la planta de faena con decomisos y pérdidas por contaminación; menor rendimiento con disminución de la velocidad de la línea.
Por ultimo merece una línea especial la indiscutible necesidad de la observancia permanente de la bioseguridad -que incluya una correcta elección y uso de los desinfectantes disponibles- como inversion ineludible de toda explotación avícola, ya que su aplicación garantizará que, muchos de los factores predisponentes, no influyan en la presentación de coccidiosis, Enteritis Necrótica y toda afección que vaya en detrimento de la rentabilidad y del bienestar animal.
 Autor: Mauricio E. de Franceschi – Tecnico comercial Cladan Nutrición y Sanidad Animal
 

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